Para esta edición tomé mis maletas y partí rumbo a la ciudad colonial: La Serena. Pisé tierra serenense y no podía decidir mi destino, porque tenía anotado en mi libreta muchos lugares para visitar, entonces pensé y mi itinerario fue así:
Por Macarena Cortés P.
Plaza de Armas: bonita, pero he visto mejores. Como toda plaza tiene muchos árboles, área verde, una pileta en el centro, bastante atractiva debo decir, y siempre hay un par de personas, ancianos, la mayoría de las veces.
El centro: pequeño. No hay otra palabra que lo pueda definir. Ya quedan pocos edificios coloniales característicos de la ciudad, pero los modernos no vienen mal al paisaje. El detalle que me pareció particular, es que todos empiezan a trabajar tarde. A eso de las 11 las tiendas están en su mayoría abiertas y en la tarde, después de sus horas de almuerzo, abren recién a eso de las 5. ¡Que flojos los serenenses!
La Recova: el lugar “típico” de la ciudad. Donde se compran todos los recuerdos que puedan existir. Cerámicas, ropa, productos de papaya, artesanía. Así que recuerde, si viaja a La Serena, es una obligación visitar La “pintoresca” Recova y comprar mínimo unos recuerdos y regalos, para los regalones.
El Mall: lo llaman el “small”, ¿por qué?, la respuesta es obvia, por su tamaño, aunque ahora está modernizado y un poco más grande. Se convirtió en el centro de la ciudad, el punto de encuentro de los jóvenes, el lugar donde la gente consume, consume y consume. Bueno, algo típico de los malls.
Avenida del Mar: ¡al fin!, arena, mar, olas, tranquilidad. Sin duda lo mejor de La Serena, son sus playas. Por suerte, el sol quiso hacerme compañía y el paseo fue todo un agrado. Un panorama ideal para un sábado en la tarde, caminar y disfrutar de la brisa marina. Y en la noche, el panorama ideal para pasarlo bien. Discoteques, pubs, restoranes, son parte del “menú carretero” que los jóvenes y adultos pueden disfrutar.
Casino “Enjoy”: lo moderno de la Avenida del Mar. El casino quedó de lujo y le da el toque elegante al sector, Peñuelas. Pero, ¿los precios?, si quiere disfrutar de todo ese lujo, vaya al casino y al hotel con los bolsillos cargaditos de billetes, porque le va a salir un ojo de la cara.
Bueno, y concluyó mi viaje a la turística ciudad de La Serena y debo decir que fue un agrado. Una ciudad linda y tranquila, su nombre lo dice. Así que, si está buscando un destino para sus próximas vacaciones de verano y no ha visitado La Serena, hágalo, no se va a arrepentir. Es una ciudad que se debe visitar.
Y como fin, parte del himno de la ciudad: “La Serena, es mi tierra, una estampa colonial”.
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